Vivencia y Enseñanzas

Autor: Lic. Marisol Espino González

Esta mañana al dictar una conferencia sobre valores y filosofía de vida, una persona especial me preguntó poco antes de finalizar la sesión ¿Marisol, que cambiarías de tu vida…si pudieras hacerlo?

Mi respuesta inmediata sin pensar, más bien sintiéndolo profundamente fue “NADA” y en verdad contesté con el corazón, “NADA” porque cada vivencia, experiencia de alegría o dolor profundo, cada acierto o error, triunfo o pérdida al cabo del tiempo han forjado lo que hoy SOY, y sin duda quien seré mañana si decido crecer y ver lo positivo de cada circunstancia por más difícil que parezca.

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Guía Práctica para Vivir Estresados

Autor: Lic. Marisol Espino González

¿Desea Estresarse y Tener un Comportamiento Completamente Disfuncional?

Lo importante es que estas personas con exceso de estrés, con actitudes que consideramos agresivas, introvertidas o negativas, están enviando mensajes claros de pérdida de control, están necesitando o pidiendo ayuda sin saber cómo o a quién acudir.

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El Arte de la Comunicación Verbal – Poder de la Palabra

Autor: Lic. Marisol Espino González

Las personas necesitamos comunicarnos, algo que hacemos constantemente pero muy pocos somos capaces de dominar el arte de la comunicación, de emocionar. Con sólo el empleo del arte de la comunicación, algunos han conseguido logros que parecían imposibles

La inteligencia interpersonal es la madre de la comunicación. Relacionarse con otras personas no sólo es hablar y hacer gestos.

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Nueve Reglas para Hablar en Público

Autor: Lic. Marisol Espino González

Hablar en público es considerado uno de los temores más difíciles de vencer por un alto porcentaje de personas, sobre todo ejecutivos y ejecutivas, quienes, no importando si la audiencia es poca o mucha, el simple hecho de presentarse ante un público les paraliza, generando de inmediato síntomas físicos correspondientes al “pánico” tales como tartamudeo, mareo, taquicardia, sudoración de manos, baja o alta presión arterial, náuseas, entre otros, que definitivamente inhabilitan al individuo a pronunciar una sola palabra, también a olvidar el discurso por más preparado que se pudiera encontrar, así como a divagar y no dejar un mensaje claro, lo cual interfiere en su objetivo y lo peor, debido a las expectativas del auditorio, la imagen profesional queda en duda, pues cuando los reflectores no están sobre uno mismo, es sumamente sencillo ser juez del orador.

Lo anterior, resulta más común de lo que podemos imaginar, y por cierto, sumamente comprensible puesto que hablar en público no es una actividad sencilla, se requiere de técnica, práctica y elementos audiovisuales de apoyo para lograr un buen impacto.

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